Sunday, October 18, 2009

El Costo de la Pobreza, Invierno 1977, Masaya Nicaragua

El costo de la Pobreza
Invierno 1977,
Masaya, Nicaragua


¿Quienes somos? ¿Que somos?, la respuestas llegaron a mi inesperadamente un invierno lluvioso de 1977, cuando yo un chavalo de 12 anos estaba mas pendiente y interesado en ver las películas de "Cine de Titanes" por el Canal 2, o de ir ver las películas mas recientes de cine que se presentaban en el "Teatro Gonzalez." No realizaba en ese entonces que mi espíritu estaba a punto de despertar y tener un encuentro con la triste realidad de la vida con la muerte de un niño de 4 años.
Me acuerdo que este niño siempre estaba enfermo y su mama siempre lo traía a nuestra casa para que mi mama le diera medicinas, antibióticos, y dinero para que pudiera acudir al medico. Su madre era una mujer campesina de muy bajos recursos. Recuerdo que vivían en un cantón, en una choza hecha de leña con piso de suelo. Vivían como a una cuadra y media de nuestra casa. Muchas veces creo que ella tenia que escoger y hacer decisiones de vida y muerte en usar el dinero que mi mama le daba para comprar y darle de comer a sus otros cinco hijos o usar el dinero para pasar consulta con un doctor. Su mama siempre preocupada acudía a mi mama cuando ya no soportaba escuchar y ver a su niño sufrir de esa tos testaruda que lo agobiaba y no lo dejaba dormir o respirar. Años después pienso que el niño probablemente sufría de la Tos Ferina, una enfermedad mortal si no es tratada a tiempo.
Un día antes que muriera el niño su mama lo trajo a nuestra casa y mi mama le aplico y unto su pechito con vics vapurup y le dio unas tetraciclinas. Yo estaba afuera jugando a las chibolas pero deje de jugar para ver lo que occuria adentro de la casa. Cuando vi al niño estaba acostado en la cama de la recamara de mis padres, estaba bien delgadito con todas sus costillas repintadas y una panza llena de parásitos, tenia sus ojos y cachetes bien hundidos, y allí fue cuando nos miramos a los ojos y pude ver la muerte reflejada en sus ojos. Sus ojos imploraban alivio de esa enfermedad cruel y tos que sacudia, y estremecía su cuerpo de cabeza a pies, al mismo tiempo aquellos ojos sufridos me imploraron que lo recordara y nunca lo olvidara.
Hasta el día de hoy no puedo olvidar esa mirada solemne y triste de sus ojos. Su muerte me hizo transcender mi vida egocentrica y ver la triste realidad de que el mundo y la vida es injusta. Que a muchos de nosotros se nos ha dado abundantemente, y otros solo han heredado la miseria y maldición de la pobreza. Pude ver la realidad de lo que es ser verdaderamente pobre. La realidad de que por falta de recursos médicos este niño se enfermo y no se pudo curar y murió.

¿Quiénes somos? Somos los pobres de espíritu. ¿Que somos? somos los medios de esperanza que este mundo caído necesita .

Al Garcia

Organizaciones para ayuda y apoyo

http://www.pueblito.org/

http://christoph-grandt.com/children.html

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